Reflexión sobre los diseñadores emergentes y el panorama de la moda en México.

by Sofía Cobo

Para dar forma a la moda mexicana y que su oferta sea contemporánea se necesita tener  una serie de elementos diferenciados que creen una armonía, sobre todo porque los jóvenes diseñadores mexicanos quieren que sus colecciones reflejen una visión moderna de México, sin embargo no están aprovechando todas las ventajas que les ofrece esta época y aunque están aterrizando buenas ideas, algunos productos no lucen contemporáneos; se siguen produciendo prendas con adornos tradicionales que a ningún mexicano por más orgulloso que este de su país le gustaría ponerse, un collage sin sentido.

Hace falta tomar en cuenta al mercado, ya que a la mayoría le interesa crear piezas con un discurso que es obvio para ellos, pero para la mayoría de las personas solo es ropa rara. Aunque la construcción de un discurso es importante, la gente no va a vestirse con palabras, necesita vestirse con prendas de calidad. El cinismo de los discursos huecos con productos de mala calidad ya no es sostenible.

Otro error común es la falta de exploración, experimentación y conocimiento profundo del material y las técnicas de trabajo propios del oficio del diseñador de moda. Se parte de un patronaje básico, confeccionando en los mismos materiales, esperando obtener un resultado completamente diferente. Al final la oferta para el consumidor termina por ser la misma, con nombres diferentes y con construcciones de marca que no agregan valor para quien las compra.

Aunque los esfuerzos son muchos, hace falta construir un sistema que funcione para la moda mexicana y las propuestas jóvenes, educar al mercado y ofrecer un producto de calidad que compita verdaderamente con las marcas extranjeras, al final “la disciplina tarde o temprano vence al talento”, solo hace falta dedicarnos al 100% a la industria que nos apasiona y estar convencidos que nuestras propuestas tienen valor.